Habría otras maneras más finas de titular esta entrada pero desde luego no más directa, y se trata de ir al grano.
Cada día al salir de mi casa me encuentro con la desagradable visión de las múltiples cagadas y meadas con que algunos de mis vecinos nos obsequian. Alardeando de educación, alguno de estos propietarios de can "pasa" olímpicamente si les llama la atención y permiten, eso si, no todos los días, que su animalito se mee en la puerta del ascensor.
Cada día al salir de mi casa me encuentro con la desagradable visión de las múltiples cagadas y meadas con que algunos de mis vecinos nos obsequian. Alardeando de educación, alguno de estos propietarios de can "pasa" olímpicamente si les llama la atención y permiten, eso si, no todos los días, que su animalito se mee en la puerta del ascensor.